Los cierrapuertas automáticos y mecánicos son dispositivos diseñados para garantizar el cierre controlado y seguro de una puerta después de ser abierta. Los modelos mecánicos funcionan mediante sistemas hidráulicos o de resorte que regulan la fuerza y velocidad del cierre, ofreciendo una solución económica, resistente y de bajo mantenimiento para oficinas, hogares y comercios. Por otro lado, los cierrapuertas automáticos utilizan motores y sensores que permiten abrir y cerrar la puerta sin contacto físico, brindando mayor comodidad, accesibilidad y modernidad, especialmente en espacios con alto flujo de personas. Ambos tipos contribuyen a mejorar la seguridad, evitar golpes, optimizar la climatización interior y asegurar que las puertas queden siempre bien cerradas.