Las esclusas son sistemas de control de acceso avanzados diseñados para ofrecer un alto nivel de seguridad en instalaciones sensibles, como bancos, laboratorios, instalaciones gubernamentales, y centros de datos. Su principal función es permitir el acceso controlado a través de un proceso secuencial, en el cual una persona debe pasar por dos barreras que nunca están abiertas al mismo tiempo. Este mecanismo asegura que cada acceso sea verificado antes de que se permita la entrada completa al área protegida.

El uso de esclusas es crucial para prevenir el acceso no autorizado, ya que impide el ingreso simultáneo de múltiples personas y proporciona un tiempo adicional para la verificación de identidad mediante sistemas de control, como lectores de tarjetas, biometría o reconocimiento facial. Además, las esclusas pueden integrarse con sistemas de seguridad adicionales, como cámaras de vigilancia y alarmas, para reforzar aún más la protección.