La protección ATM (cajeros automáticos) es crucial para salvaguardar estos dispositivos esenciales contra una variedad de amenazas, incluyendo robos, vandalismo y ataques físicos. Los cajeros automáticos, ubicados en lugares de alto tránsito y a menudo expuestos a riesgos, requieren medidas de seguridad robustas para garantizar tanto la protección de los activos físicos como la seguridad de las transacciones financieras.

El uso de protección ATM incluye soluciones como cajas fuertes diseñadas para resistir ataques de fuerza, sistemas de cámaras de vigilancia para monitoreo en tiempo real, y barreras físicas que disuaden intentos de manipulación o daño. Estas medidas ayudan a prevenir el acceso no autorizado, minimizar el riesgo de pérdida de efectivo y datos, y asegurar que las operaciones de los cajeros automáticos sean seguras y confiables.